La falsa inocencia de las palabras

17lunes,de


"LA FALSA INOCENCIA DE LAS PALABRAS"
Las palabras que adscribimos a nuestra experiencia se convierten en nuestras experiencia. Por lo tanto debemos elegir conscientemente las palabras que usamos para describir nuestros estados emocionales, o sufrir un mayor dolor del que está realmente justificado o apropiado, ya que las palabras se utilizan literalmente para representarnos lo que es nuestra experiencia de la vida.
En esa representación alteran nuestras percepciones y sentimiento, Por ejemplo, tres personas pueden sufrir la misma experiencia, pero una de ellas la describe diciendo que se siente furiosa, la otra dice que siente enojo y la tercera se siente molesta, es evidente que las sensaciones se han visto cambiadas por la "traducción" que cada persona ha hecho de ellas al etiquetarlas con una palabra.
Como quiera que las palabras son nuestra principal herramienta para la interpretación o la traducción, la forma en que etiquetamos nuestra experiencia cambia inmediatamente las sensaciones producidas sobre nuestro sistema nervioso. Las palabras tienen, de hecho, un efecto bioquímico.
Los lingüistas han demostrado que estamos culturalmente configurados por nuestro lenguaje. Las palabras que utilizamos habitualmente afectan nuestra forma de evaluar las cosas y, por lo tanto, nuestra forma de pensar y de actuar.
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Las palabras configuran nuestras creencias y ejercen un impacto sobre nuestras elecciones y en nuestras acciones. Pero también estas creencias también pueden transformarse por medio de las palabras.
Fíjate en la diferencia que existe entre decir: "me siento deprimida" y "no estoy en mi mejor momento"; o entre decir: "estoy perdida" y "estoy buscando una salida"; y otro ejemplo, entre decir: "estoy enferma" y "estoy sanándome" (Uff! Esta semana ha sido realmente motivadora para encontrar sinónimos de sanar, mejorar, etc. Te lo aseguro ;-))
¿Significa esto que no pueda estar deprimida, perdida o enferma? Por supuesto que no. En ocasiones, las emociones negativas son necesarias y pueden ser muy útiles para expresarnos, reflexionar y emprender una acción diferente. Pero de lo que se trata es que esas emociones negativas se conviertan en una herramienta útil en lugar de paralizante. De manera que, aunque la experiencia que nos produce esa emoción no cambia, el uso de palabras distintas para describirla produce una ruptura de nuestras pautas emocionales habituales, y entonces todo cambia. Esa es la magia!! El "clic" que se produce tras el momento de confusión y que rompe nuestro patrón físico, mental o emocional.
Utilizar un vocabulario que rompa las pautas que no nos aportan recursos, que nos haga sonreír, produce sentimientos totalmente diferentes, cambia nuestro estado de ánimo y nos permite hacernos preguntas más inteligentes para emprender acciones que nos produzcan los resultados que buscamos.
Piénsalo esta semana, y cuando empieces a sentirte, por ejemplo, nerviosa, porque te has perdido por Hollywood Hill, y no encuentras el hotel porque te has empeñado en volver caminando confiando en tu sentido de la orientación, y está oscureciendo, y tienes que pasar por debajo de uno de esos típicos puentes de las pelis americanos en lo que siempre pasa algo malo, y ya no puedes caminar más deprisa porque todavía estás convaleciente y respiras mal... utiliza la expresión "me siento llena de energía desbordante". No cuesta nada probar .... Yo lo he hecho ;-)


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