¿Qué tal te tratas?

7sábado,de

Todos los días utilizamos el lenguaje para comunicarnos con los demás. Hablamos y hablamos, escuchamos y respondemos, observamos las reacciones y proseguimos hablando. Somos animales sociales y necesitamos a la gente para poder vivir en sociedad. Pero ¿y nuestro lenguaje interior?.
La mayoría de las veces no le damos importancia. Creamos a lo largo de nuestra vida una conversación interna a la que añadimos pensamientos, prejuicios, emociones y miedos irracionales.
Parémonos a pensar un poco en esta reflexión: vivimos en sociedad, pero la realidad es que vivimos solos con nosotros mismos las venticuatro horas y con todo ese peso de emociones, prejuicios etc, que ya comenté.
Es increíble pero es cierto. Nos pasamos toda la vida en un constante diálogo interior donde nosotros preguntamos,  respondemos y tomamos las decisiones más importantes de nuestras vidas.
Cuidamos nuestras palabras para no herir a nuestros seres queridos, no tener problemas con nuestros jefes, defendernos de ataques, expresar nuestros gustos y opiniones... ¿por que no hacemos lo mismo con nuestro diálogo interior?. Tenemos que intentar cuidar nuestra conversación diaria con nosotros mismos.
Una amiga mía y excelente profesional de la psicología, me explicó que todos tenemos un saboteador interior, que hace que desistamos, nos hagamos daño, y nos fastidiemos la vida. Más tarde lo entendí.
Todos tenemos nuestro doctor Jekyll y mister hyde en nuestro interior.
A veces nos preguntamos como a lo largo de un día pasamos tan rápidamente por diferentes estados emocionales. Somos una gran montaña rusa con rectas y curvas y con loops de vértigo. Al momento estoy triste pero al rato estoy contento. ¿Me estaré volviendo loco?. No. La pregunta sería: ¿ como te han influido las conversaciones que has tenido ese día? ¿y quien a ganado la pelea en tu conversación interior?, tus propios pensamientos o nuestro amigo el saboteador.
Ahora hablemos un poco de la formación de ese enemigo interior que todos tenemos.
Su aparición es temprana, y se llena de todas las  emociones reprimidas, que no hemos podido expresar.
Le gusta nuestro desánimo y se alimenta de miedos y prejuicios. Cree que madurar es seguir una linea rígida donde los sueños y la capacidad de ilusionarnos es propia de un niño y claro nuestro amigo es muy maduro. Se deja influenciar por los pensamientos y las opiniones de los demás. Es envidioso, mezquino y perezoso. Se cree todo lo que le dicen y no contrasta la información. Es juez y verdugo y no cree que en la vida existan personas buenas sino aprovechadas y malvadas. Tiende a acomodarse y los cambios para el son imposibles pues se hacen a cierta edad y a su tiempo.

Todos albergamos en nuestro interior a este saboteador que dialoga constantemente con nosotros, y que a lo largo de la vida aparece en los momentos en que más necesitamos: serenidad, calma y reflexión.
Ahora trata de pensar con quien dialogas mas a lo largo del día. Con tu saboteador o contigo mismo.
Luego piensa en que momento aparece. Esta te  preparado y venceló. Es parte de ti y es bueno que este junto a ti. Te hace ser más consciente de tu capacidad infinita en mejorar tu vida en vencer tus miedos y conseguir tus sueños.
No hay mayor verdad que la frase que me dijo un día un gran amigo: -Alvaro ¿como te tratas?
-No lo se, le  respondí.

-Pues recuerda: Como tu te trates así te tratarán los demás y los tratarás. Nunca lo olvides.


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